Enrique Simonet y Lombardo siempre fue un artista inquieto. Recibió
parte de su formación fuera de España y realizó durante toda su vida
númerosos viajes por Europa movido por el interés que le despertaron
las vanguardias, conociendo todas las innovaciones y las convicciones
en que se sustentaban.
Irá madurando a lo largo de toda su vida unos criterios estéticos
personales que se iniciaron con el comienzo de sus estudios en las que
llegarían a ser grandes corrientes de la pintura española: primero en la
“Escuela de Bellas Artes de San Carlos” de Valencia y mas tarde en la
“Escuela Malagueña de Pintura”, con los famosos Bernardo Ferrándiz y
Muñoz Degrain. De esta última siempre se sentiría un representante, por
la afinidad de sus postulados y su origen mediterráneo.
Descubrió a los clásicos y aprendió las distintas técnicas pictóricas
durante los períodos de formación que pasó en España y en Roma, en
esta última de los 18 a los 20 años y, posteriormente, durante 4 años
como “Pensionado de la Escuela Española de Bellas Artes de Roma”.
Esta privilegiada situación le permitió conocer la orientación de
numerosos artistas de otras nacionalidades a través de sus contactos en
las diferentes etapas de estudio y de los numerosos viajes que realizó a
distintos países.
Mujeres en el Pozo (1889)
Puerta de Brandenburgo en la Paristzer Platz, Berlín (1893)
Gitanilla (1890 - 92)
INTRODUCCIÓN