La obra de Enrique Simonet y Lombardo es hoy día en gran parte desconocida en
nuestro país por ser mucha la que se encuentra fuera de él o en paradero
desconocido y, sobre todo, por la falta de interés con que los historiadores y
especialistas han contemplado hasta ahora la pintura española de este período,
del que se han valorado sólo las aproximaciones de nuestros artistas a las
vanguardias foráneas.
No obstante, creo que no se puede entender lo que ha sido la evolución del arte, ni
en nuestro país ni entre los de nuestro entorno, sin conocer las vivencias de sus
creadores en las distintas etapas que constituyen la historia, entramado de
situaciones, contactos y experiencias compartidas de unos y otros que permitieron
las transformaciones que se han producido.
Un ejemplo de ello que encuentro mientras busco entre sus papeles en un intento
de reconstruir su vida, son unos comentarios que hace el jovencísimo Pablo Ruiz
Picasso sobre la obra de Enrique Simonet, al que conoce bien en su juventud
porque viven hacia finales de 1800 próximos en Málaga, en una casa que alquilan
los padres de Pablo a la familia de Simonet, al lado de la suya, hoy conocida
como Casa Museo Picasso. El mutuo interés que les mueve permite entre ellos y
el padre de Pablo, profesor de pintura, largas conversaciones al regreso de los
viajes de Enrique. Pablo expresó en alguna ocasión: “cariño y agradecimiento a los
ágiles dibujos de Enrique Simonet. Es lo que más me divierte entre todo lo que veo
por aquí”. (10)
La cronología de la vida y obra de Enrique Simonet y Lombardo que ahora sigue,
intentará destacar aquellas circunstancias que configuraron su arte y dará forma a
la búsqueda y recopilación de su obra que durante años llevó a cabo su hijo
Bernardo Simonet Castro, también pintor.
A este último, mi padre, que no pudo ver concluído su esfuerzo, a su hermana, mi
tía Carmen, así como a mi madre, hijos y demás familia que tan valiosa ayuda me
han prestado, en especial mi primas, Teresa Simonet Pérez, Paloma Parera
Simonet, la malagueña Carmen Simonet León y la peruana Mª Antonia Baca
Simonet, Demetrio Salorio de Moral, mi hijo Yago Salorio Simonet y mi hermana
Ana, dedico este trabajo. (11)
Aurora Simonet Rodríguez, nieta del pintor
Terrazas de Tánger (1914)
Dibujos (1892)
INTRODUCCIÓN