A finales de 1800, en lo que sería la mitad de su vida y ya reconocida su
obra con numerosos galardones, dará un nuevo paso en su proyecto
pictórico. Sintiéndose muy preocupado por lo que aprecia en España como
confusión artística muy influenciada por ideologías, decide contribuir a su
esclarecimiento aportando su caudal de conocimientos adquirido durante
tantos años.
Como explicará en sus notas de ese tiempo, se dedicará “a la enseñanza
de los nuevos valores para que sea su propia personalidad, formada en las
técnicas que les van a permitir transmitir al lienzo su ideal, la que se
imponga a unas modas que no hacen de ellos más que simples copistas,
jaleados por los no entendidos y comerciantes". (8)
A esta labor, muy propia de la actitud de compromiso con su país que
comparte con tantos intelectuales de su generación, se dedicará hasta el
final de sus días. Sus alumnos destacarán su carácter afable y la pasión
que manifestaba en sus enseñanzas. (9)
Estudio de Cabras (1920)
Estudio de Mujer (1900)
Estudio de Gallinas (1908)
Estudio de Faisanes (1922)
Estudio de Mujer (1915)
INTRODUCCIÓN