Hay que reconocer que en nuestro país las inquietudes pictóricas que
se fraguaban en aquel tiempo se plasmarían con posteridad debido a
nuestro retraso en la incorporación a la llamada "modernidad". Los
españoles se encontraban envueltos en la búsqueda de una nueva
identidad nacional cuestionada por los conflictos internos y la pérdida
de los territorios de ultramar, lo que unido a la ausencia de mecenazgo
para nuestros artistas, sólo les permitía para darse a conocer el
sometimiento a los temas historicistas, según los cánones clásicos,
que imponían los innumerables concursos que organizaban las
academias oficiales.
También es cierto que, debido a todo lo anterior, hubo una reacción
muy virulenta entre la clase política y algunos críticos influyentes hacia
los artistas que aceptaban los cambios que se originaban tras nuestras
fronteras. (1)
Pero pese a las dificultades, y como se está comprobando ahora, esta
etapa sería vivida por nuestros creadores desde muy variadas
perspectivas y circunstancias, por lo que desde esta biografía se
pretende contribuir a iluminar y clarificar aspectos desconocidos de esa
realidad.
Grisalla Juicio por Anarquismo en Barcelona (1910), Mº Bellas Artes San Fernando, Madrid
Abanico de Simonet y Sorolla para “Subasta Damnificados de Cuba” (1898)
El Rey Alfonso XIII Visitando una Exposición (1912), Palacio Real Madrid
INTRODUCCIÓN